jueves, 10 de febrero de 2011
Pinchorroy - Alexis Zapata Meza
¿Dónde estará Pinchorroy, nuestro príncipe del agua?
¿Dónde, si no tiene deudas con nadie?
¿No estará buscando el grito con que los vientos
llaman a los sordos?
Su sencillez en la pobreza fue nuestra mejor riqueza.
Negó en su rostro las formas de la insistencia.
Sobrellevó la ternura sin cederle terreno al egoísmo.
Gota a gota, repasando ensoñaciones hizo la ciénaga.
- Nada de sembrar peces, le advirtieron los padres.
- Ah, caramba, si para pescar fue que la hice, contestó.
La luz de sus ojos salió sin escándalo
a tejer el invierno que necesitaba.
Espina a espina, escama a escama, luz a luz,
sombra a sombra, hizo el bocachico.
- ¡He aquí la salvación! dijo alguien.
- Aquí si estará la salvación, replicó Pinchorroy,
siempre y cuando en cada uno de ustedes exista un río
donde cualquiera pueda ir a pescar.
Como nadie repite la bondad de Pinchorroy
ahora el pez se derrota sin raíz en el río,
se desgrana gota a gota, escama a escama,
espina a espina, y nos cae encima,
como otra deuda con los dioses.
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