martes, 4 de septiembre de 2012

María Varilla, un cuento de Alexis Zapata Meza

MARIA VARILLA 

María Varilla era fina de cuerpo,  nada insignificante, porque pegados a sus huesos había energía. Le sobraba temple para ser valiente, pero había que verlo. Estaba lavando la ropa contra unas piedras a la orilla del río.  De repente apareció corriendo un joven, que con cara de angustia buscaba donde esconderse. Como si fuera una Virgen María le dijo, ven aquí. El muchacho asombrado vio que le indicaba que se le metiera debajo de las polleras. Ven, le dijo, y el muchacho sin sospechas obedeció.
Detrás venía la policía persiguiéndolo. Sabía que era una policía torpe que perseguía a quien no fuera conservador.
-          ¿No has visto por aquí a un hijueputa?
-          A la puta no la he vista; al retoño, menos.
Contestó sin pisca de cobardía, así que no la revisaron.

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