sábado, 28 de julio de 2012

Un poema de Alexis Zapata Meza


L       juderus
Si era delicada y fina, y sus manos
Eran de gaviota en vuelo
Su cuello de cisne asombrado
Y sus ojos misteriosos, de luz nocturna
¿Por qué tuvo que acercarse la bestia
A destruir sus pómulos, su frente,
Destrozar sus dientes?
¡Qué hace Dios con sus mejores criaturas!
La suerte lo puso en su camino,
Pelechando como pulga en lomo de perro.
Se sabe que lo arrastró en el bachillerato,
Que en la Universidad era su aliento;
pero no hay mal que dure cien años.
No estaba escriturada a nadie.
Reunió fuerzas y se desprendió del vicho,
Que al verse en el vacio
decidió  volverse animal indolente, y  atacar.
Yo que la vi siendo niña corretear ágil
Como incansable mariposa
 En la casa de los abuelos,
Me da pena verla ahora aplastada
En una inmovilidad pavorosa.